“Preguntan dónde se quedó. Preguntan
cuándo fue que la muerte por su casa pasó. Preguntan por su vida y miran su
cuerpo hundido en la mitad de la cabeza y se preguntan si es un muerto más. Y
la muerte vino por él, llevándose alegría. A su hermana la puedes ver llorando
todavía. Todos se preguntan quién, pero nadie puede responder… Ahora es un
fantasma que vive pintado en una pared. El mismo que anda penando en el barrio…
Y para donde es que se van cuando por una tonta razón se van aquellos que más
quieres. Pregunto para donde irán. Es uno menos en el barrio y uno más para el
recuerdo. Que pocos a pocos mi gente se desvanece. Pero casi siempre son los
que no lo merecen. La muerte de un inocente. Lo sabe la gente. Pero nadie dice quién
se lo llevó. Se rompe un corazón. Lágrimas de madre. Sangre en sus manos y no
lo comprende el padre. Recuerda que la vida no tiene un valor y grita al
cielo mejor recógeme a mi señor…” (Rapper School, 2012)
Esta canción me recuerda mucho a un
viejo amigo del colegio. No lo veo hace más de tres años. No porque no quiera,
sino porque tanto a mí como a sus seres queridos y conocidos nos quitaron la
posibilidad de volver a hacerlo.
Recuerdo que era un día como
cualquiera. Recibí una llamada a las 5:30 de la mañana… Dicen que las llamadas
en la madrugada son las peores. Y es cierto… Era la mamá de una amiga llorando.
Sus únicas palabras: “¡P. C. está muerto, está muerto! Ven rápido”.
Él era un joven de 19 años que
acababa de fallecer. ¿Motivo de la defunción?... Uno que en los últimos tiempos
se ha vuelto el pan del día a día en el Perú, LA INSEGURIDAD CIUDADANA. Tres (o
incluso cinco) miserables y cobardes delincuentes decidieron que un celular
valía más que la vida de un ser humano.
Figura. ONU: "La inseguridad amenaza el crecimiento" del Perú Fuente. diariocorreo.pe |
Lo peor de esta situación es que
casos como estos ya no nos suenan tan atípicos. Todo lo contrario, cada día que
pasa nos percatamos más y más de la delincuencia a la que estamos expuestos.
Esto lo muestra claramente la INEI (2015), cuando indica que a comparación al semestre
comprendido entre enero y junio del 2014, el porcentaje de víctimas de robo de
dinero, cartera o celular se ha incrementado en un 3,4% en el mismo periodo del año 2015.
Por lo menos un 16.7% de los peruanos han sido víctimas de alguno de estos hechos
delictivos en el año 2015; mientras que un año anterior a este, la cantidad era
de 13.3%.
Desde mi perspectiva, es la poca
o nula eficiencia de las autoridades una de las principales causas de este
problema, misma que ha orillado a la población a tomar acciones por su propia
cuenta y crear campañas como la de “Chapa tu choro” (RPP Noticias, 2015). Sin
embargo, iniciativas como estas solo generan un problema mayor en la población:
Más violencia.
Existen otras medidas. Por
ejemplo, la que plantea Phillip Butters, entrevistado por Frecuencia Latina (2015). Este señala que son las Fuerzas Armadas las que deben patrullar las
calles. Puede que suene algo drástico; sin embargo, existe un decreto
legislativo, en el cual, respecto a la finalidad de la intervención de las
Fuerzas Armadas, se específica lo siguiente: “Prestar apoyo a la Policía
Nacional, en casos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo o protección de
instalaciones estratégicas para el funcionamiento del país, servicios públicos
esenciales y en los demás casos constitucionalmente justificados cuando la
capacidad de la policía sea sobrepasada en su capacidad de control del orden
interno, sea previsible o existiera peligro de que ello ocurriera” (Artículo 4 del Decreto Legislativo N°1095, 2010). Esto quiere decir que cuando la capacidad
del servicio policial sea rebasada, los militares pueden brindarle su ayuda y
apoyo.
Cabe decir que, ante una medida
como esta, se debe tomar en cuenta los pros y los contras; pues es muy
diferente combatir a un enemigo en una guerra que salvaguardar la seguridad de
los ciudadanos. Además, no se puede negar que tanto la preparación como las herramientas
de trabajo de policías y militares son distintas... ¿TÚ QUE OPINAS? ¿CREES QUE EL
EJÉRCITO PERUANO EJERCERÍA UNA MEJOR LUCHA CONTRA LA DELINCUENCIA?
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